miércoles, 24 de junio de 2009

LLUVIAS DEL RÍO SECO

Quisiera saber si puedes amar
el regocijo de mi amor;
si puedes verte al espejo
con los ojos vendados.

Quisiera poder volar
y reirte en la penumbra
de una noche jactanciosa
y triste soledad de la estrella
enana celeste del aposento.

Por qué motivo es tu llanto
y por qué tienes una cara
de tenue dulzura;
por qué ries en cortos momentos
y por qué gritas
en sotavento.

Qué es y...
quién te lastima;
quién no conoce
ese pajarito que trinéa
en la copa del jazmin;
quién te regocija
y quiénes te patean
el corazón...

Quién es él,
quién soy yo
y, quién eres...
dulce niña del viento.

No llores, no rías;
no cantes ni respires...
solo deseate viviendo
la eternidad de la lluvia
en el río seco...

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